sábado, 10 de octubre de 2015
5 Formas de dominar las habilidades en el Siglo 21
Publicado por
Antonio Ruz
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Cómo utilizar la tecnología en tu beneficio y cómo dominar la simplicidad
Imagina la vida hace 100 años.
Tu vida social se limitaría a tu ciudad. Probablemente no sabrían nada de ciencia moderna, medicina o tecnología. Tu conocimiento del mundo llegaría de la naturaleza, de tu propia experiencia y del boca a boca ya que difícilmente tendrías acceso a libros.
Ahora imagínate contándoles a los ciudadanos medievales lo que es Internet, un punto sin límite de información y que nos da la posibilidad de comunicarnos con cualquier persona en el mundo.
Sonaría a algo fantástico, casi mágico. ¿Cómo reaccionarían?
Todo el mundo debería de ser más inteligente, más saludable y más rico. Seguramente tu civilización ha entrado en una época de una sabiduría increíble.
Pero lamentablemente, encontramos la verdad en lo contrario. Muchos estamos gordos, con deudas y embobados. ¿Por qué? Sencillo, la tecnología es una espada de doble filo.
Tienes a tu disposición algunas de las mayores innovaciones de la humanidad en tu bolsillo, el microprocesador, la cámara de fotos, el teléfono e Internet. Con solo ese Smartphone, puedes construir un negocio, pagar tus deudas, hablar con alguien en el otro extremo del planeta y tomar una foto en alta resolución. Todo eso, acciones maravillosas.
En cambio, también puedes perder el tiempo en juegos, búsquedas absurdas, mandando mensajes, viendo porno o en las redes sociales. Es como poner verdura detrás de un pastel, galletas y helados y esperar que la gente se decante por buscar la verdura.
Hemos introducido dispositivos híper-invasivos en nuestras vidas sin considerar las repercusiones. Las grandes empresas tecnológicas mantienen el foco apuntando a las nuevas y maravillosas características del último iJuguete del mercado sin hacer mención a los efectos nocivos que puede tener, esa gran compañía nunca va a mencionarnos que la tecnología omnipresente ha dejado a la persona de a pie prácticamente sin la habilidad de concentrarse.
Después de todo, concentrarse se ha vuelto más importante que nunca. Los días en los que podías crear una familia con un sencillo trabajo de larga duración se ha ido. La competitividad global, la escasez de recursos y la pérdida de la clase media son nuestras realidades hoy en día. Si no quieres acabar con ello, van a acabar contigo.
Ahora necesitas ser el mejor en lo que haces si no quieres que una de las mil personas que hay a tu alrededor preparadas ocupen tu lugar. Necesitas más dinero que tus padres para disfrutar del mismo nivel de vida que ellos tenían.
No puedes seguir el antiguo camino, ya que el modelo de éxito tradicional y sus resultados han cambiado.
Entonces, ¿cómo puedes triunfar en un mundo cada vez más complejo y competitivo? La respuesta es fácil, simplificándote.
El éxito en este nuevo siglo depende de tu habilidad para acabar con la complejidad y eliminar lo no esencial, para acabar con el ruido que te rodea y dominar tus objetivos.
Simplificar, es ahora más importante que nunca, pero siempre ha sido uno de los ingredientes claves del éxito. Leonardo Da Vinci, siempre fue un trabajador lento. El podía pasar años pintando en busca de la perfección absoluta. Su inspiración era la combinación de belleza y esencia que podía encontrarse en la naturaleza.
Gracias a esto, los propios compañeros de Da Vinci se referían a su habilidad para deshacerse de lo no esencial como algo legendario, esas cosas de las que se siguen hablando 500 años después.
La simplicidad es una habilidad. Y como todas las habilidades, requieren de tiempo y paciencia para dominarla.
Simple, tampoco significa fácil. De hecho, es mucho más fácil dejar a las complicaciones y distracciones crecer como si se tratase de malas hierbas y así agobiarte tu día a día.
La simplicidad no es pasiva. Es algo proactivo, algo que no tiene final sino que tienes que trabajar continuamente. Y después de un periodo de tiempo, se vuelve parte de ti, de quien eres, de tu estilo de vida, un estado mental.
A continuación, van cinco consejos para introducir la simplicidad en tu vida y así poder empezar a dominar la habilidad más vital en nuestra era.
1. Ten una rutina
La rutina es la automatización de algo esencial, las tareas de todos los días. Necesitas despertarte, ponerte la ropa. Necesitas comer. Aunque claro, lo que se califica como esencial depende de cada persona, ya que por ejemplo, algunas personas consideran esencial incluir un poco de deporte en su día.
Pero sean cuales sean tus tareas diarias, deben de estar bien integradas en tu rutina. Sin esa rutina, pierdes tiempo y te encuentras con complejidades en tu día a día lo que nos lleva a una vida de caos.
CONSEJO: Escribe las cosas que haces regularmente y organízalas en un calendario. Puede sonar tonto escribir “Despertar” en un calendario, pero te hace estar más alerta de cuando te levantas para ser más consciente de ello.
2. Limpiezas regulares.
Mucha gente en los países desarrollados vive en el exceso. Poseer demasiadas cosas crea distracciones y problemas en tu entorno. Para combatir este exceso, simplemente haz un par de veces al año un par de limpiezas en las que hagas tres montones: Basura, Vender y Caridad.
Date un paseo por casa y busca todo aquello que no has usado en el último mes, y si es algo insignificante o que no tiene ningún tipo de valor emocional, decide en que pila lo pones y despréndete de ello. Te sorprenderá la cantidad de trastos inútiles que podemos tener y lo bien que sienta deshacerse de ello.
CONSEJO: Marca un par de días al año en el calendario para hacer la limpieza. La primera, pronto, no la pospongas.
3. Usa la tecnología como una herramienta, no como un juguete.
Hay millones de “trucos productivos” para la tecnología, pero ellos nunca han funcionado en mi caso. Daba igual el número de artículos que leyese o de aplicaciones que instalase, siempre me encontraba perdiendo el tiempo online.
¿Por qué sucedía esto? Porque los “trucos” solo hablaban de los síntomas, no del problema que es que la tecnología se ha vuelto un punto de diversión y distracción y no productividad.
Lo que si funcionó fue tener un pequeño cambio en el modo en el que percibir la tecnología. Verla como una herramienta para la comunicación, los negocios, el aprendizaje y el intercambio de información.
También se puede utilizar como una herramienta para el entretenimiento, pero el entretenimiento suele volverse una distracción cuando nunca fue la intención original, cosa que suele suceder a menudo. ¿Cuántas veces has ido a buscar algo en Internet y te has encontrado con una docena de pestañas que no tienen ninguna relación con la tarea inicial?
Cuando usamos la tecnología deliberadamente, te encuentras a ti mismo usándola con menos frecuencia. En cambio, tú gastas más tiempo en el momento preciso con una concentración renovada.
El 95% de las características disponibles en los gadgets de hoy en día no son necesarios y no mejoran nuestra calidad de vida. Cuando ves la tecnología como una herramienta, se hace mucho más sencillo deshacerse de lo no esencial. La vida es mucho más sencilla cuando no estás nadando en notificaciones, actualizaciones o correos electrónicos todos los días.
CONSEJO: Hacer una desintoxicación tecnológica. Darte de baja de los correos electrónicos innecesarios, vender gadgets innecesarios, desinstalar las aplicaciones que te hacen perder el tiempo, cancelar la televisión por cable y poner abajo el maldito teléfono cuando estás interactuando con otras personas.
4. Convertir los sueños en hábitos.
Los sueños son algo vago, lleno de visiones de un futuro feliz. Las metas son algo específico, objetivos definidos que se traducen en hábitos de acción diaria.
Los sueños se cimentan en la esperanza, las metas en acciones. ¿Eres un soñador o un hacedor?
Los hábitos hacen más fácil pasar a la acción cada día y después de unas pocas semanas, se vuelven automáticos. Por ejemplo:
• Quiero perder 5 kilos, así que saldré a correr 3 kilómetros todos los días y comeré más verduras.
• Quiero escribir un libro, así que escribiré tres páginas todos los días.
• Quiero tocar la guitarra, así que practicaré tres horas todos los días y tomaré una clase de guitarra una vez a la semana.
Si no estás haciendo progresos, entonces debes de probar algo más. Si tienes que probar con cien formas diferentes, que así sea. A veces es lo que cuesta el éxito.
CONSEJO: Convierte tus sueños en metas, como los ejemplos anteriores.
5. Medita.
La meditación no consiste en ponerse sentado con las piernas cruzadas y cantando “ohm”. Trata de lograr intensificar tus conocimientos. Puedes pensar en ello como un reinicio de tu mente.
Simplemente te sientas y permites a los pensamientos, sonidos y emociones pasar a través de ti, observándolos como ellos hacen contigo. Haciendo esto, pronto te permitirá ser más consciente de tus experiencias y menos reactivo antes ciertas cosas de tu entorno que te hagan reaccionar negativamente.
Además, te ayudará a reducir tu estrés, no prestar atención al ruido que te pueda distraer y te hará tomar decisiones más lógicas.
CONSEJO: Leer algún libro como la Guía de la Meditación de Sam Harris.
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